Vive el mejor momento desde que llegó a San Martín de Tucumán y lo demuestra a cada paso. Con una sonrisa amplia, Diego Flores llega al mano a mano con LA GACETA. Fiel a su estilo, intenta estar en todos los detalles: “acá está el escudo para hacer la foto”. Se muestra distendido y alegre.
Apenas habían pasado unos minutos desde el final de la práctica de jueves y el DT no deja de pensar en el duelo contra Agropecuario. “Será un partido difícil, pero estamos obligados a salir a buscar el resultado. Ellos seguramente se defenderán. Debemos estar muy atentos”, explicó.
Aunque se tomó un momento para mostrar su lado más íntimo, estaba apurado por volver a su oficina y ultimar detalles de cara al choque contra el “Sojero”.
Flores lleva 280 días en Tucumán, pero no baja la guardia. Pide más y apunta alto, siempre.
- ¿Cómo te trata Tucumán?
- Desde el primer día dije que tanto el clima como la gente fueron muy acogedores conmigo y mi familia. La gente es muy humilde y trabajadora. En el club, encontramos muchos hinchas que nos han transmitido sus sentimientos y los valores. Esto no sólo me ha ayudado a mí, sino también a los jugadores que no son de Tucumán y que se han sentido en casa siempre.
Diego Flores volvió a encontrar respuestas en los relevos y San Martín de Tucumán es más líder que nunca- ¿Cómo fue el contacto con el hincha de San Martín?
- En general siempre hubo buena onda. Al principio, especialmente en los días de partido, se notaba la impaciencia, pero nosotros, que estamos en el fútbol, sabemos que no es personal. San Martín viene de cinco años sin poder ascender, y eso recaerá en el DT hasta que se logre el ascenso.
- ¿Cómo es tu día a día? ¿Cómo está integrada tu familia?
- Estoy en pareja, tenemos un hijo y otro viene en camino. También tenemos una perrita. Yo trabajo desde las 6 de la mañana hasta las cinco o seis de la tarde. Algunos días empiezo antes y otros termino después. Después, me dedico a mí mismo; a mi hijo y a mi pareja... Trato de estar presente para ellos.
- ¿Se habla de fútbol en casa?
- El fútbol sigue presente incluso después del trabajo. Mi familia es muy importante en mi vida porque me acompaña día a día; conoce mi lado profesional y la realidad del equipo. Mi pareja es mi pilar más importante. También está el resto de la familia y mis amigos. Me considero una persona con mucha contención en ese sentido.
- ¿Sos de salir a recorrer la ciudad?
- No salimos mucho, pero por ahí solemos ir a comer o dar una vuelta por el centro de vez en cuando.
- ¿Sentís que ya te ganaste el cariño del hincha?
- Desde hace dos meses se nota una cercanía con los fanáticos. No sólo lo percibo yo, sino también mis compañeros y los futbolistas. Ganar tres de los últimos ocho partidos sobre la hora nos ha dado tranquilidad para construir sin desesperarnos, lo cual es clave en una categoría con tanta estructura defensiva y táctica.
- ¿Cómo se maneja un grupo en el que todos los futbolistas están rindiendo en un buen nivel?
- El mérito es totalmente de los futbolistas. Ellos siguen elevando el nivel en los entrenamientos y eso se traduce en los partidos en donde se ven superioridades tácticas gracias a que están más frescos que los rivales.
- ¿Te sorprendió algo de esta categoría que era desconocida para vos?
- Sí; fue un desafío porque el scouting es distinto, y el fútbol es diferente. Ya veníamos trabajando con jugadores de esta categoría y teníamos claros nuestros principios futbolísticos. Creo que no nos hemos equivocado, aunque todavía falta un buen trecho; la recta final. Recién ahí haremos un balance.
La tajante declaración de Diego Flores luego de la victoria de San Martín en Puerto Madryn- ¿Hubo algún rival que te sorprendió?
- Varios equipos. Los locales suelen ofrecer mucho más; de visitante se cierran mucho y no dan espacios. Güemes de Santiago del Estero, Arsenal y Tristán Suárez, que están en la parte baja de la tabla, son los que más nos complicaron.
- En los momentos adversos, siempre destacabas algo positivo del equipo. ¿Crees que eso ayudó en lo anímico al plantel?
- Contra Ferro declaré erradamente. La gente se queda con los resultados o lo que ve como hincha, pero el equipo había presionado muy alto y tuvimos 15 centros, de los cuales ninguno fue bueno. Lo que estuvo mal fue la finalización, pero mantuvimos buenos principios de presión. Finalmente el tiempo me dio la razón porque de los últimos nueve partidos, ganamos ocho.
- Con el resultado puesto, ¿cómo fue la semana previa al duelo con San Martín de San Juan?
- Con mucha tranquilidad ya que nos basamos en buenos principios. Este grupo se entrena muy bien y tiene jugadores experimentados que transmiten serenidad.
- ¿Por qué festejaste tan efusivamente ese triunfo?
- Contra Quilmes, Guillermo Brown y Deportivo Maipú también celebré así. Son partidos importantes que, al ganarlos sobre la hora, uno los festeja con todo. En general, me gusta festejar los goles. Estamos prácticamente obligados a ganar todos los partidos y, gracias a Dios, venimos con una buena racha.
Un partido que tiene un premio muy importante para San Martín de Tucumán- ¿Se piensa en la final o prefieren evitar esa ansiedad?
- Es un sueño que compartimos todos, pero preferimos enfocarnos en el presente. Nuestro objetivo semanal es ganar el próximo partido.
- ¿Qué le aportó al equipo el ingreso de Matías Ignacio García?
- Si mirás todos los ingresos de él, salvo contra Ferro, en todos los demás ganamos. Es un jugador que ha ayudado a cerrar muchos juegos. Se hizo fuerte cuando le tocó ser suplente e ingresar desde el banco. Demostró valores de un jugador de equipo.
- ¿Consumís mucho los medios de comunicación o las redes sociales?
- Muy poco; aunque es inevitable recibir información de un lado u otro.
- ¿Cómo lograste que el grupo casi no sufra lesiones?
- Actualmente entrenamos con los 31 jugadores sin lesiones. Eso es el resultado de entrenar en altas intensidades, alcanzando picos de velocidad que protegen al jugador. También es clave el trabajo de los “profes” en el gimnasio y del equipo médico.
Dattola se siente feliz por el presente de San Martín de Tucumán, aunque mantiene cautela sobre el futuro- ¿Cómo es la relación con el plantel?
- Muy buena. Siempre digo que yo no estuve en el armado del grupo porque considero que al grupo lo hemos armado entre todos. Hubo momentos en que a algunos no les tocó jugar, como Gonzalo Rodríguez o Pablo Hernández, pero siempre han estado transmitiendo valores. Todos saben que hay que empujar de la misma manera.
- ¿Duele dejar a un jugador fuera de los partidos?
- Sí porque hay jugadores que merecen estar y no pueden. A veces hay decisiones difíciles, como con Matías Kabalín que se fue de acá con una sola convocatoria y ahora es titular en Mitre de Santiago. Nosotros sabíamos que él estaba listo pero adelante tenía otros jugadores que en mi consideración estaban mejor.
La química que le permite a San Martín de Tucumán consolidar su sueño del ascenso- ¿Por qué decidiste que los jugadores desayunen y almuercen en el complejo?
- Es muy importante. Con el apoyo de los dirigentes, aseguramos dos de las cinco comidas diarias, lo cual es clave para el entrenamiento y la recuperación del jugador. Había un presupuesto que tenían que afrontar ellos y lo hicieron sin ningún problema, como cualquier otra necesidad que fue surgiendo. Lo de las comidas es algo que no se venía haciendo; haberlo podido lograr ha contribuido mucho a este presente.
- ¿Qué lugar ocupa San Martín en tu vida?
- Está siendo un año muy importante para mí, pero no es momento de hacer balances. Seguramente, cuando termine el año, ese balance será muy grande y muy fructífero.